Sabes que nunca los vi acompañando tu féretro:
los escarabajos me distraían contándome sus secretos.
Tan importantes comentarios me hicieron tu muerte olvidar,
y no pude decirte adiós, no pude tu rostro mirar.
Extraño: no recuerdo cómo era tu parte tangible
—ahora sin cerebro tienes razón y sin corazón sentimientos.
Pienso en tu nombre… ¿con quién estoy hablando ya?
Los escarabajos me tranquilizan:
tu nombre no te contiene más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario