Recuerda lo que sientes en los momentos de mariposa:
minutos golpean las paredes y su eco te incomoda.
No puedes hacer nada, la gente ya no se nota;
cada quien sigue su rumbo con paradas que no importan.
Egoísmo es como lo llaman,
soledad será la consecuencia.
Decides tomar tu turno y continuar la partida, sonriendo porque al final sabes que nadie lleva la cuenta.
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